Los
Grupos Antiterroristas de Liberación actuaron en el País Vasco francés y en
diversos puntos de la geografía española entre 1984 y 1987. Su objetivo era
acabar con la banda terrorista ETA, empleando para ello cualquier método, lo
que se denominó terrorismo de Estado. Tras descubrirse la magnitud de las
acciones llevadas a cabo por estos grupos de mercenarios, entre las que se
incluían el secuestro, la tortura, el asesinato e incluso el enterramiento de
los cadáveres en cal viva, así como el hecho de que la mayor parte de las
víctimas de su contraterrorismo eran inocentes, las fuerzas del Estado y el
poder judicial iniciaron un proceso para desarticular esta agrupación y enviar
a prisión a sus instigadores. Como curiosidad, nos gustaría añadir que tanto el
Ministro del Interior socialista, el Secretario de Estado para
la Seguridad, el Secretario general del PSOE en Vizcaya y varios altos cargos
de la Policía Nacional y de la Guardia Civil fueron condenados.
Para
Gervasio, la investigación de los GAL fue el punto álgido en lo referente al
periodismo, y en especial al periodismo de investigación. A partir de ese
momento, el periodismo en sí cayó en picado debido a los diversos intereses
políticos y económicos que tienen los medios de comunicación. En palabras de
Gervasio, “cuando tienes que publicar en un diario en el que tienen intereses
con México, con Colombia, con el PP, con el PSOE, cuidado que nos está
financiando BBVA, que El Corte Inglés pone tanto dinero con la publicidad… se
te hace imposible informar de manera independiente. Los medios viven en una
situación de soborno permanente por parte de la publicidad”.
“Esto es
lo que pasa”, concluye, “muchas veces los periódicos matan al periodismo, y es
algo que está pasando todos los días en todos los diarios”. “Si hacemos un
análisis de la prensa desde entonces hasta hoy en día, los diez últimos años de
la prensa son un escándalo, un escándalo de perversión del sistema mediático de
este país”.
Consejo para jóvenes periodistas nº4
“Las leyes del periodismo son clarísimas: si tú un día, por presiones, porque quieres llegar muy rápido al final de la carrera, acabas manipulando una historia, ten por seguro que si te pillan, todo tu trabajo anterior quedará totalmente cuestionado. Pero es que el que hagas después, también estará manchado. Pagarás el precio de la manipulación”.
Cambiamos
de tema, y Gervasio nos habla sobre el 11M y el tratamiento informativo que se
le dio. Nos explica que, desde su punto de vista, los medios de comunicación
cometieron errores gravísimos al dejarse embaucar por la política informativa
del Gobierno. Tal y como se demostró posteriormente, El País se “tiró a la
piscina” al sacar una edición especial cuya portada declaraba que la autoría de
los atentados se atribuía a ETA; en cambio, El Heraldo de Aragón, el medio para
el que Gervasio trabaja desde hace unos años, puso en tela de juicio la versión del Gobierno
de José María Aznar aun siendo un diario de derechas, al igual que el periódico
nacional El Mundo.
“En
síntesis, el tratamiento periodístico, bueno… estuvo bien, porque hubo
periodistas que hicieron bien su
trabajo, otros tantos no lo hicieron tan bien… Creo que en general estuvo bien,
teniendo en cuenta también que pasó aquí, en el centro de España, y era algo
muy jugoso periodísticamente hablando”, nos explica Gervasio.
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